Un nuevo documento revisa los avances, conquistas y desafíos del feminismo chileno desde 1990 hasta hoy.
A 35 años del retorno a la democracia, el movimiento feminista chileno ha sido un actor clave en la transformación política, social y cultural del país.
El nuevo documento “35 años de luchas feministas: democracia, cuidados y derechos”, elaborado por Virginia Guzmán, sudirectora del Centro de Estudios de la Mujer y Teresa Valdés, coordinadora del Observatorio de Género y Equidad realiza un balance histórico sobre cómo las mujeres han incidido en la ampliación de derechos, la institucionalidad de género y la democratización de la vida pública.

El texto destaca los avances en representación política, impulsados por la ley de cuotas y la instalación de gabinetes paritarios; el reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos, con la aprobación del aborto en tres causales; y la visibilización del trabajo de cuidados como un pilar para la sostenibilidad de la vida y la justicia social.
Pese a estos logros, el informe advierte que persisten desigualdades estructurales: la violencia contra las mujeres sigue siendo la más extendida —1 de cada 3 la ha vivido a lo largo de su vida—, las brechas salariales permanecen y la crisis de cuidados requiere nuevos pactos sociales.
“El feminismo sigue siendo una fuerza de resistencia democrática y de innovación social”, señalan sus autoras, reafirmando que los avances conquistados por las mujeres deben consolidarse como derechos permanentes.
El documento fue presentado en el conversatorio “35 años de luchas feministas: derechos, democracia y cuidados”, organizado por la Plataforma Nada Sin Nosotras, integrada por Corporación Humanas, el Centro de Estudios de la Mujer (CEM) y el Observatorio de Género y Equidad (OGE), junto a la Fundación Friedrich Ebert (FES Chile).