A su vez, en Chile hay un 47% de mujeres en edad de trabajar que no están insertas en el mercado laboral, tanto por razones de estudio como por razones familiares (dentro de las que se encuentra el cuidado de parientes).
Como explica Carrera, el problema es multifactorial: por un lado, está el cómo ha sido la socialización de los hombres y mujeres y, a su vez, cómo se han dado las construcciones de género que aun se mantienen. Pero por otro lado está la falta de educación y políticas públicas que enfaticen en la corresponsabilidad. “A las niñas aun se les enseña a cocinar y se les regala muñecas y escobitas. Eso da paso a una mirada y visión de mundo. Cuando los hombres dicen ‘yo te ayudo’ se ve la base del problema”.
La directora de Estudios de ComunidadMujer, Paula Poblete, concuerda: “Que los hombres no entiendan esto conlleva dos premisas. Por un lado, la falta de corresponsabilidad. Es decir, literalmente no entender que la casa es también una responsabilidad propia y no solo de la pareja. Y por otro lado, entender el rol propio como un simple ejecutor de mandados: al no ser una responsabilidad principal, la carga mental que implica la gerencia de la casa se la lleva la mujer. Y ese desgaste mental es completamente invisible y más agotador incluso que el tiempo y energía destinado a la realización del trabajo en sí”, explica.
Según la especialista, hay que entender que esta es una más de las manifestaciones del orden sexo-género de un sistema patriarcal predominante. “El sistema educacional tiene que contar con un abordaje de género que permita tener futuras generaciones corresponsables, pero también es clave que la institucionalidad pública y privada comprenda que existen trabajadoras y trabajadores con responsabilidades familiares”, explica.
Actualmente, el Código del Trabajo no consagra la corresponsabilidad parental. Las únicas con la responsabilidad total y titularidad del derecho a cuidar son las mujeres. Como explica Poblete, existen reparticiones públicas como la Subsecretaría del Trabajo –además de organizaciones de la sociedad civil como Juntas en Acción– que han gestado campañas para incentivar la corresponsabilidad parental en el hogar, pero mientras no se apliquen más políticas públicas focalizadas, es difícil empujar culturas organizacionales en las que se respalde que los hombres pueden ejercer sus deberes como padres.
El Subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, afirma que la corresponsabilidad es una de las deudas pendientes que existen en el país. “En Chile el 96% de las personas que no trabaja por razones familiares permanentes son mujeres. Además, en 2 de cada 10 parejas heterosexuales, el 90% de las labores del hogar son realizadas por mujeres. Para que mitiguemos la brecha de género, es clave que avancemos en mayor corresponsabilidad”, dice.
Lo que ha dejado en evidencia la pandemia, según las especialistas, es que para progresar en la inserción laboral de las mujeres es mucho más relevante dar un salto cualitativo en su formación y contar con un sistema nacional de cuidados. Paula Poblete explica que en este tiempo desde ComunidadMujer han recogido testimonios de algunas empresas en las que se han otorgado facilidades a las madres que estén teletrabajando y al mismo tiempo cuidando de sus hijos.
“Estas facilidades, según lo que hemos visto, no existen para los hombres. Así, los hombres trabajan haciendo caso omiso del caos del hogar, mientras que las mujeres tienen que hacer malabares para cumplir con todo. Tratando que, bajo estas condiciones, su productividad no se vea tan mermada. Esto no es sostenible”.
Carolina Carrera, a su vez, explica que para poder llevar a cabo cambios, primero es necesario que se implementen políticas públicas que apunten plenamente a la corresponsabilidad para que los costos de la reproducción sean compartidos. Así como los costos de la producción. “Necesitamos que más mujeres se inserten en el mercado laboral y para eso necesitamos modificar el imaginario social arraigado”.