Ya sea porque no tienen el instinto, por razones económicas o de tiempo, hay chilenas que no desean tener hijos. Piden que la gente respete el camino que tomaron.
Hace diez años Rebeca Alday (en la foto) tomó la decisión de no ser madre, pero recién la asumió públicamente hace dos. Si bien sus más cercanos la respetan, hay varios que la cuestionan.
“Para mi familia no ha sido drama y para mi pareja, con quien llevo tres años, tampoco. De hecho, él no me presiona y me apoya. Para mi suegra y mi cuñada, en tanto, esto es inconcebible”, afirma esta oriunda de San Miguel.
Como Rebeca hay muchas. Según una encuesta elaborada por el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, el 47 por ciento de las mujeres en edad fértil que no tiene hijos, declaraba que no pensaba tenerlos, cifra que equivalía a cerca de 275 mil personas. Estos datos están basados en la Encuesta de Protección Social de 2002, 2004 y 2006, por lo que el número que se inclina por esta alternativa podría haberse incrementado.
Rebeca hoy tiene 34 años y lleva una bandera de lucha con el tema de no convertirse en mamá.
“No dispongo del tiempo que me gustaría para dedicárselo a un hijo y no poseo los medios para tenerlo. No todas las mujeres nacemos con el instinto materno y eso no quiere decir que no soporte a los niños, de hecho, soy profesora y comparto con ellos constantemente. Mi mejor amiga tuvo guagua hace poco y yo estoy feliz, incluso soy la madrina del guatón”, sostuvo.
“La maternidad es una responsabilidad enorme y es un trabajo que no termina nunca. He hablado con médicos para ver la posibilidad de ligarme las trompas, pero acá en Chile no lo permiten porque yo podría cambiar de opinión y no es así”, agrega.
Explica que socialmente es mal visto reconocer que no quiere ser madre, más aún cuando algunos de sus cercanos tienen problemas para concebir un hijo. Esto se suma a que es docente de lenguaje y que ha recibido críticas hasta de los apoderados.
“Me han enjuiciado, han dicho que voy en contra de la naturaleza y algunos padres de alumnos se han quejado de mi situación. Malinterpretan y creen que porque no quiero tener hijos, no puedo ser una buena profesora. A un hombre de mi edad no le cuestionan eso, pero a mí me dicen que me voy a arrepentir”, dice.
“Me catalogan de egoísta y yo les pregunto ¿egoísta con quién, con alguien que no existe? Tengo sobrinos, me relaciono con los hijos de mis amigas y he desarrollado mi lado materno con dos hijastros. Para que quede claro, todos tenemos cuerdas vocales, sin embargo, no todos cantan. No porque tenga útero, estoy obligada a usarlo”, asegura.
Una encuesta hecha este año por la Corporación Humanas (Centro Regional de Derechos Humanos y Justicia de Género) arrojó que la maternidad dejó de ser el sentido único para ser mujer.
De esta manera, un 88,4% cree que es válido que una mujer quiera o no quiera ser madre. Para hacer una comparación, en el 2007, la misma afirmación tuvo un apoyo del 79%.
“Junto a esto, un 50% de las mujeres declaró que la maternidad les resta oportunidades tanto educacionales, como laborales. Esto se explica porque las políticas públicas no han sido capaces de hacer que la maternidad no impida el desarrollo femenino en otros ámbitos. No puede ser que las mujeres en edad reproductiva no sean contratadas o sean discriminadas. Además, a pesar de que existe el posnatal masculino, sólo un 1% de los hombres lo toma. Todavía se piensa que la crianza de los hijos es responsabilidad exclusiva de nosotras”, asegura Carolina Carrera, presidenta de Corporación Humanas.
Agrega que hoy las mujeres que no quieren ser madres siguen cargando con prejuicios. “Esto es cultural y no es fácil romper la percepción de que una mujer que no quiere tener hijos, sí puede ser tía de un jardín o tener sobrinos. Esto pasa porque hay que visibilizar las mujeres más allá de su rol de la maternidad”, finaliza Carrera.
Paulina reafirmó su posición
La iquiqueña Paulina Godoy (40) estuvo de cumpleaños hace un mes y en plena celebración le pidió a sus más cercanos que respetaran su idea de no querer ser madre.
“Hace un año que reafirmé esta decisión, cuando comencé con un tratamiento para la artritis reumatoide, una enfermedad que requiere de fuertes medicamentos y es muy invasiva. Nunca tuve el instinto maternal desarrollado y eso no quiere decir que me lleve mal con los niños, de hecho soy educadora de párvulos y muchos de mis alumnos me recuerdan con cariño. Mis padres y mis hermanos recién ahora entendieron este tema porque se relacionaba con mi salud”, explica.
“Aunque a algunos de mis amigos todavía no les cabe en la cabeza, hay otros que me entregan su apoyo incondicional. Si me llegara a enamorar y la otra persona tiene hijos, obvio que los voy a querer y les voy a dar amor, cómo no podría hacerlo, si tengo sobrinos y ahijados que adoro. Me encantan los niños, sólo que no los quiero míos”, declara.
Cuenta que algunas personas le han recomendado ir a especialistas porque creen que su opción no es sana. “Me han etiquetado de mujer egoísta y es mi vida y yo veo lo que hago con ella. Definitivamente Chile no está preparado para que las mujeres tomemos una decisión así. Me complica cuando estoy compartiendo con un grupo de personas que sólo habla de sus hijos y no hay otro tema, o cuando me dicen tú no entiendes porque no eres mamá”.
“También me han visto pensativa y piensan que es porque estoy ‘amargadita’ por no tener hijos. He sentido la discriminación. También hay otro tema importante. Poco menos tengo que andar con un cartel que diga que soy heterosexual, porque piensan que soy lesbiana por ser mayor, no tener guagua y no tener pareja. La gente vincula estos temas cuando no tienen nada que ver. Sé que hay muchos homosexuales que sí quieren ser padres o madres. En este minuto estoy soltera y tengo una chiguagua que ocupa el tiempo que paso en mi casa. Viajo bastante por mi trabajo y no podría dedicarme a un hijo. Disfruto mi vida y mi espacio”, indica.
Kimiko dice que en Latinoamérica no aceptan este tipo de opciones
Desde niña que Kimiko Olate (28) sabía que no quería ser madre, no sentía esa necesidad. “Pocos en mi familia están enterados de esta decisión. Estoy tranquila porque mi pareja y mis más cercanos la respetan, aunque eso no quiere decir que la entiendan del todo. Son varias las personas que llegan con el discurso si no eres madre, te arrepentirás o el clásico la vida te hizo mujer y te guste o no, debes traer niños al mundo. Aún no entienden que es una opción. Este juicio no sólo existe en Chile, lamentablemente es a nivel latinoamericano y en mi opinión, tiene que ver con las religiones y lo que dicta la sociedad sobre lo que es aceptable. Me llevo bien con los niños. De hecho, tengo siete sobrinas maravillosas. Una de ella es mi regalona y la adoro”, indica Kimiko.
Por temas laborales, esta joven de Quinta Normal por ahora pasa sus días en Japón. “En el país que vivo, nadie se mete en las decisiones personales. Pueden no compartir el mismo pensamiento, pero jamás tratarían de cambiar tu parecer. En Chile no pasa y lo único que podría pedirle a la gente es que me respete”, señala.