Fuente: El Cambio 21

Por Verónica Romero

El reportaje que publicó La Tercera el 12 de abril llamado “Historia de un femicida” expone las razones que llevaron a un correcto hombre a asesinar a su esposa al verse involucrado en una infidelidad. Organizaciones contra la violencia de género criticaron al medio de comunicación y respondieron a lquienes tienen voz en esta plataforma para tratar este tipo de temática.

CAMILAEl problema con la violencia de género es que se trata de una práctica que se ha naturalizado en el país y el mundo. El trabajo que se ha hecho para visibilizar el daño que se le produce a las mujeres en distintos ámbitos se viene abajo cuando los medios de comunicación no entregan la información de manera que se reprochen estas conductas y haya un juicio sobre lo que significa el maltrato femenino y las terribles consecuencias que pueden tener.

 Ejemplo de esto es lo que el diario La Tercera publicó el 12 de abril en un reportaje titulado “Historia de un femicida” en el que se cuenta las circunstancias que llevaron a Luís Reyes (56), doctor de Gendarmería, a asesinar a su esposa, Vania Tartakowsky, al propinarle 19 puñaladas.

 La historia explica cómo un médico, a quien se le describe como un hombre tranquilo y de familia, admirado por sus colegas, termina cometiendo uno de los crímenes más repudiados por la sociedad en general.

 Las críticas sobre la publicación no se hicieron esperar y las cartas al director llovieron desde ese día como una manera de manifestar que la violencia hacia la mujer y el femicidio no pueden ser tratadas como algo sin importancia.

 Una de las últimas en manifestar sus reparos sobre la manera en que el matutino trabajó el tema del este femicidio fue la ministra directora del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Claudia Pascual, quien recalcó que en el texto se asume el punto de vista de la defensa del victimario para justificar sus acciones.

 La ministra mencionó en la misiva que “la violencia contra las mujeres es un problema social grave y extendido en nuestro país. En 2014, cuarenta mujeres fueron asesinadas por sus parejas o exparejas y 103 lograron sobrevivir a un femicidio frustrado, muchas de ellas con graves lesiones, además de secuelas de por vida”.

 En su crítica contra el reportaje, Pascual expresó que “el papel de los medios de comunicación en prevenir y desnaturalizar la violencia es central. Este reportaje, que presenta el punto de vista del femicida como si fuera una víctima de las circunstancias, sólo refuerza estereotipos que justifican la violencia”.

 El continuo de la violencia contra las mujeres en el espacio público y privado está naturalizado y se hace parte de las relaciones de poder que ubican a las mujeres en un lugar de subordinación y son un mecanismo para mantener una jerarquía sexual.

 En Chile existen leyes claras que sancionan el femicidio como un crimen gravísimo, por lo que no se puede entender que los medios de comunicación le resten gravedad a estas situaciones.

 Es una forma de retroceder en la defensa de los derechos de las mujeres, ya que el femicidio es la última expresión de la violencia de género, en la que el femicida busca, a través de esta manifestación extrema de violencia, recuperar el control y sometimiento que ha perdido respecto de la víctima,  ya que la violencia, la agresión física, sicológica y sexual no fue suficiente para que él pudiera seguir ejerciendo el control sobre esta mujer que no puede ser minimizado en los mensajes de los medios de comunicación.

 Respecto del rol de los medios de comunicación en temas de violencia de género, Camila Maturana, abogada de la Corporación Humanas, en entrevista con Cambio21 manifestó que “tienen un rol sumamente importante en la formación de la opinión pública, entonces, cuando hay un problema social y de derechos humanos como la violencia contra las mujeres, que está tan arraigada en nuestra cultura, el rol de los medios de comunicación para desmontar aquellos mecanismos subjetivos y dispositivos culturales es relevante”.

 “Si no existen medios de comunicación que no estén permanentemente revelando como algo grave los hechos de violencia, es muy difícil que la sociedad pueda mantener el estado de alerta que se requiere para enfrentar estos casos, que la comunidad pueda mantener el estado de alerta e indignación que se requiere para comprometerse con las víctimas de violencia que requieren un apoyo para denunciar y obtener protección de las autoridades”, agregó Maturana.

 De lo que piensa del reportaje que hizo La Tercera llamado, la abogada de la Corporación Humanas dijo “los medios de comunicación tienen la obligación de dar a conocer estas situaciones de violencia, reconociendo el lugar que le corresponde a las víctimas, porque son sus derechos los que son vulnerados, más allá de las razones que puedan explicar los comportamientos violentos. Nunca los medios de comunicación pueden caer en la confusión entre explicar ciertos comportamientos violentos con justificarlos o plantear un mensaje en tal manera en que la comunidad termine empatizando con el sufrimiento previo del agresor o minimizando la experiencia de violación o la gravedad de la vivencia de una mujer que sufre violencia”.

 A esto Maturana añadió que “un reportaje así claramente nos pone en alerta sobre qué es lo que los medios de comunicación deben dar a conocer ene estos casos. No nos olvidemos que por mucho tiempo las organizaciones que trabajamos para visibilizar la violencia contra las mujeres y el femicidio como la expresión más extrema de la violencia de género criticamos precisamente que los medios de comunicación minimizaran estos episodios asimilándolos a crímenes pasionales y siempre utilizando expresiones que denotaban la poca gravedad que se le asignaba a estos hechos”.

 Quien también se refirió a esta edición del diario La Tercera, fue laCoordinadora de la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres, Soledad Rojas, quien en conversación con Cambio21 manifestó “nos parece impresentable. Es un lavado de imagen del femicida, lo que es inaceptable, sobre todo en un momento previo a que al tipo se le dicte sentencia”.

 En cuanto al rol de los medios de comunicación en el tratamiento de la información respecto de la violencia contra la mujer, Rojas dijo “los medios tienen un rol importantísimo en promover los cambios culturales y en este caso y muchos otros fue al revés lo que se hizo. Deja mucho que desear la respuesta que los medios dan al tratamiento de la violencia hacia las mujeres. Frivolizan los hechos, ignoran a las mujeres, en este caso se habla del femicida exculpándolo de alguna manera”.