Parlamentarios de la UDI piden que el sumo pontífice se manifieste en contra al proyecto. Además hay temor por parte de las agrupaciones de mujeres que la DC aproveche el clima que concita la venida del sumo pontífice para retirar su apoyo a la iniciativa. El senador Pizarro (DC) aclaró que no hay orden de partido por lo que no debiera verse afectada la votación.
El anuncio de la venida del Papa Francisco a Chile, en enero del año próximo, prendió las alertas respecto de la influencia que pueda tener su presencia en la llamada agenda valórica que se discute en el Congreso, y en particular en el proyecto que busca despenalizar el aborto en tres causales: riesgo de vida materna, inviabilidad fetal y violación.
Desde ya parlamentarios de la UDI dijeron que esperan que el sumo pontífice se pronuncie en contra del proyecto e incluso anunciaron que enviarán una carta a la Conferencia Epistolar para dar a conocer su postura frente al tema. “El Papa tiene el deber de decirle al Gobierno que no comparte la legalización del aborto”, señalaron los diputados Iván Norambuena y Enrique Van Rysselbergue.
Además los conservadores de manera enfática manifestaron que sería una contradicción si éste no condena el proyecto ya que para muchos chilenos “el Papa Francisco es un líder moral”.
En tanto parlamentarios que apoyan el proyecto como la diputada Karla Rubilar señalan que esperan que la visita no influya en la aprobación de la despenalización del aborto ya que el Papa es un agente pastoral y no político. “No habría razón para eso. Entiendo que pueda manifestar su opinión al respecto, pero eso no debe alterar para nada decisiones políticas, que además están siendo debatidas en el Congreso de cara a la ciudadanía”, sostuvo.
Si bien los partidos y sus representantes en ambas cámaras ya han manifestado su opinión a favor o en contra, colectivos y agrupaciones de mujeres temen que la Democracia Cristiana -que la semana recién pasada a través del jefe de bancada de senadores, Jorge Pizarro, señaló que el proyecto no cuenta con la total anuencia del partido– aproveche el clima previo a la venida de Francisco para demorar la aprobación de la iniciativa o para retirar su apoyo al proyecto. Ante eso Rubilar señaló que “uno aspira a que los representantes del Congreso sepan separar sus convicciones religiosas personales de su rol de legislador para todos los chilenos. Por tanto, no debería existir ningún cambio en la tramitación ni en la votación por la venida del Papa. Al menos, no correspondería”.
Así mismo la senadora de Amplitud, Lily Pérez, señaló que “la venida del Papa es una gran noticia, porque es una figura con una gran fuerza moral en todo el planeta, pero creo que el proyecto de ley no debiera ser interrumpido por la venida del papa. Nuestro país es un estado laico por lo que no debiera interferir en la agenda legislativa la venida del santo padre, por lo mismo yo imagino que la Democracia Cristiana tiene súper claro que su representación política no es de un partido confesional, sino que es de un partido laico al igual que el resto de los partidos en Chile “
Una mirada similar tienen las representantes de las agrupaciones de mujeres que apoyan el proyecto, quienes creen que “es probable” que en la DC influya la visita para quitar su apoyo, aún cuando “la Iglesia es un actor político e influye en las políticas públicas. Esperamos que a esa altura (enero) el parlamento tendrá aprobado el proyecto de ley y esté zanjado en el Tribunal Constitucional. De no ser así no creo que sea aprobado en enero”, señala Claudia Dides de la Corporación Miles.
Camila Maturana, abogada de la Corporación Humanas, rechaza que creencias religiosas se busquen imponer a través de la legislación. “El proyecto de ley ha ido cumpliendo cada una de las etapas de tramitación legislativa y se enmarca en las demandas de la ciudadanía por reformas legales que protejan los derechos de las mujeres. Pretender esta intervención religiosa es inaceptable en una sociedad democrática y en un estado de derecho, y no resulta legitimo que la religión de un sector de la población se imponga a todas y todos”, manifiesta
En tanto Bárbara Brito, vicepresidenta de la FECh y vocera nacional del colectivo Pan y Rosas Teresa Flores, teme que sea una posibilidad el retraso del proyecto ante el posible clima “católico/cristiano” que provocará la visita ya que “hace un tiempo el Papa que algunos tachan como ‘progresista’ trató a las mujeres de histéricas. Está muy lejos del derecho al aborto, muy lejos de los derechos de la diversidad sexual y eso sin duda es un obstáculo para las luchas que venimos dando. Su venida puede atrasar cualquier agenda que abogue por nuestros derechos y también entrampar aún más el proyecto de aborto”.
Respecto de la Democracia Cristiana, Bárbara es clara: “La DC nunca ha apoyado el derecho de las mujeres a decidir sobre nuestro propio cuerpo y, en el caso del proyecto 3 causales, se ha demostrado una y otra vez con las trabas que le han puesto a una política que es mínima y que sólo responde al 3% de los casos de aborto clandestino”.
El jefe de bancada de senadores DC, Jorge Pizarro, en conversación con El Mostrador Braga negó que la visita del Papa pueda influir en la votación ya que no hay una orden de partido respecto al tema. Además, aclaró que conocen de antemano la posición de la Iglesia por lo que la visita papal no debería cambiar la decisión de los parlamentarios. “Respecto de lo que pueda decir el Papa Francisco nosotros ya tenemos claro que la opinión de la Iglesia es contraria al proyecto y ha planteado con claridad su punto de vista, cada uno de los senadores se va a formar una convicción propia para votar”, aseguró.
Además el senador puso énfasis en que “todos (los senadores) somos contrarios al aborto libre. Acá estamos hablando de despenalizar el aborto terapéutico en tres causales específicas y cada senador votará de acuerdo a su conciencia, no hay que confundir las cosas: no hay orden de partido, ni podrían darla”
El Papa Francisco, quien estará en Chile entre el 15 y el 21 de enero de 2018 visitando las ciudades de Iquique, Santiago y Temuco, ha señalado estar en contra del aborto por ser que “un pecado grave, porque pone fin a la vida humana inocente”.
Según la encuesta Cadem el 76% de los chilenos están a favor del aborto en tres causales. Además datos del Ministerio de Salud muestran que en Chile se hacen más de 33.000 abortos al año, poniendo en riesgo la vida de las mujeres, sobretodo las de escasos recursos.
Fuente: El Mostrador