…Uno no escoge el país donde nace;
pero ama el país donde ha nacido.
Uno no escoge el tiempo para venir al mundo;
pero debe dejar huella de su tiempo…
Gioconda Belli
Es 3 de octubre, un día en el que esperábamos estar celebrando, gritando que este momento histórico para Colombia lo era aún más, porque una amplia mayoría decíamos Sí, sin recelos, sin penas, y con mucho amor y esperanza para continuar construyendo la paz. Pero no, ayer no se dijo sí.
Las ganas disminuyen, la tristeza está en cada lugar de los seres cercanos con quienes soñamos en que era posible decir Sí a la construcción de la paz. Hoy es inevitable tener la esperanza golpeada, sentir que hubiésemos podido hacer más, incidir más, convencer más, pero este es el país en el que nacimos y el que queremos transformar.
Hoy al vernos, reconocernos y revitalizar nuestros sueños y nuestras esperanzas, a pesar del resultado del 2 de octubre en Colombia, queremos continuar, por convicción, por compromiso, porque pensamos en las mujeres víctimas que en los rincones más alejados de las grandes capitales creyeron que era posible parar esta guerra. Por aquellas con las que hemos hablado, compartido, acompañado y construido, a las que hemos escuchado decir con convicción que perdonar o pensar en nuevas alternativas es una opción, que quieren la tranquilidad de la paz en casa y fuera de ella, y no la zozobra de la guerra.
Creemos todavía que es posible y que falta mucho por hacer, que las trasformaciones sociales no nos serán negadas, que tenemos que transformar el miedo, la polarización, la forma de controvertir. Invitamos a insistir, porque es necesario y urgente, por las víctimas, por las combatientes, por nuestras hijas/os, sobrinos/as, amigos/as, porque la vida aún nos da para más.
Queremos continuar trabajando por el país que soñamos y esperamos. Lo seguiremos haciendo porque como dice Gioconda Belli: “Todos tenemos un deber de amor que cumplir, una historia que nacer, una meta que alcanzar”.
Hoy 3 de octubre creemos en abrazos sinceros, anhelos colectivos y utopías posibles.
Equipo Corporación Humanas
Fuente: Humanas Colombia
