Las autoridades dicen que no sabían de los métodos del preparador, los condenan y anuncian investigaciones.
Las autoridades se declaran sorprendidas e indignadas por los métodos de trabajo del entrenador de gimnasia Cristian Achondo denunciados el lunes por varios de sus ex pupilos en eldeportivo de La Tercera. Acusaciones de malos tratos y excesos de cariños con menores (que el técnico niega) que aseguraron desconocer (pese a que los afectados ya los habían aireado en su federación) y ante los que prometen intervenir. Los pronunciamientos llegaron a través de cuidadosos y medidos comunicados oficiales.
El IND anuncia que pedirá explicaciones. “Se debe ser enfático en que la búsqueda de resultados deportivos no puede pasar por encima del respeto y del derecho natural de todas las personas. En el caso particular de la gimnasia, como IND, oficiaremos a la federación y agendaremos una reunión con el COCh para recolectar los antecedentes necesarios que permitan esclarecer estos sucesos, los cuales de ser veraces, no pueden volver a ocurrir”, dice Christian Droguett, director nacional.
“No teníamos conocimiento de esta denuncia. Son temas que ve cada federación directamente. Hemos puesto nuestra asesoría legal a disposición de la Federación de gimnasia y estamos disponibles para colaborar en lo que sea necesario y pertinente”.
La ministra de la Mujer y Equidad de Género, Claudia Pascual, es tajante: “Condenamos todo tipo de conductas que en el marco del trabajo deportivo impliquen formas de violencia hacia niñas, adolescentes, y mujeres deportistas profesionales, que las degradan y exacerban estereotipos de género”.
El Consejo Nacional de la Infancia, a través de Soledad Larraín, directora de su Área Intersectorial, dice: “Efectivamente, de acuerdo a los testimonios recogidos por La Tercera, aquí hay una situación de maltrato psicológico, con un abuso de poder evidente, que se da en un contexto donde el entrenador tiene un gran poder sobre sus pupilas y su grupo familiar. Llama la atención lo ‘naturalizado’ de la situación de violencia, cuando las propias compañeras señalan que no hay maltrato, salvo gritos, o que éste es necesario para lograr un adecuado cumplimiento en competencias. Hoy existe la ley 21.013, que tipifica un nuevo delito de maltrato, promulgada recientemente por la Presidenta Michelle Bachelet en junio de 2017, en donde se sanciona penalmente a aquellas personas que tuvieran un trato degradante con niños, niñas o adolescentes, o que menoscabaran gravemente su dignidad. Las niñas, niños o adolescentes afectados o sus familias, en conocimiento de los hechos, pueden interponer una denuncia. Es importante que las instituciones que deben supervisar centros donde se entrenan niños, niñas y adolescentes en deportes de alto rendimiento, tengan una preocupación especial por la formación que se les entrega, de modo de evitar situaciones como las descritas en el artículo donde se evidencian prácticas de formación que claramente son vulneradoras de los derechos de los niños, que corresponden a un trato degradante, que afecta gravemente su salud mental y su desarrollo integral”.
En tanto, María José Castillo, abogada de la Corporación Humanas, que se preocupa por los derechos humanos y la justicia de género, destaca la valentía de las denunciantes: “Nos parece súper bueno que las nuevas generaciones se atrevan a denunciar estos episodios. Hay que empezar a desnaturalizar estas cosas”.
Tomás González, presidente de la Federación de Gimnasia, se hace a un lado. Su madre, Marcela Sepúlveda, exige un correo formal para preguntarle al respecto. No obstante, una vez enviado, hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
Noticia publicada en La Tercera