Este  8 de marzo se conmemora en el mundo el Día Internacional de la Mujer, oportunidad en la que la Articulación Regional Feminista por los derechos humanos y la Justicia de género  quiere reconocer a todas las mujeres que han luchado por avanzar en el logro de mayores derechos para una ciudadanía plena de las mujeres, y al mismo tiempo, demandar mayor atención de los Estados para erradicar las violencias contra las mujeres y en particular, la que enfrentan las defensoras de derechos humanos en nuestra región.

A casi 40 años que Naciones Unidas asumiera esta fecha como el día de los  Derechos de la Mujer y la Paz Internacional, este 8 de marzo nos encuentra con rabia y con luto, ante la constatación de que en nuestra región las mujeres siguen siendo brutalmente asesinadas.

Así es el caso de Berta Cáceres, fundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas (COPINH) quien en el año 2015 recibió el Premio Medioambiental Goldman -la mayor distinción para activistas que luchan por el medio ambiente- quien fuera asesinada en Honduras el pasado jueves 3 de marzo por su condición de defensora de los derechos humanos. Como Articulación nos unimos al dolor de nuestras hermanas hondureñas y denunciamos, como lo ha hecho recientemente ONU Mujeres, el alarmante aumento de la violencia contra las defensoras de derechos humanos en América Latina.

Así, hoy 8 de marzo instamos a los gobiernos de la región a implementar políticas públicas que permitan erradicar la violencia contra las mujeres, contra las defensoras de derechos humanos así como tomar las medidas necesarias para sancionar a los responsables.

Las organizaciones feministas que trabajamos en pos de los derechos humanos y  la justicia de género conocemos los desafíos que en materia de acceso a la justicia enfrentamos hoy las mujeres y que la impunidad y ausencia de políticas de reparación son uno de los mayores obstáculos.

Reconocemos que hemos avanzado, las mujeres de la región no solo tenemos derecho a voto si no también a ser elegidas, contamos con leyes de cuota que nos han permitido contar con más mujeres en espacios de toma de decisiones y hemos dado muestras de la eficacia y eficiencia electoral de las mujeres;  nos hemos incorporado al mercado laboral masivamente, aunque aún en condiciones precarias; hemos avanzado en derechos sexuales y reproductivos a pesar de los fundamentalismos que invaden nuestra América Latina.  Pese a estos logros la violencia de género sigue siendo uno de los mayores problemas de salud de las mujeres y niñas;  y una de las más grandes violaciones a nuestros derechos humanos.

Como Articulación Feminista en esta fecha exigimos a nuestros gobiernos  instaurar políticas que  avancen en poner fin a las estructuras patriarcales que tanto daño le han hecho a la mitad de nuestra población y que ha costado la vida de millones de mujeres.

Porque las mujeres defendemos la democracia y creemos que esta no es real si no es paritaria, porque exigimos nuestro derecho a decidir  sobre nuestros cuerpos, porque queremos una vida libre de violencia, este 8 de marzo las mujeres marchamos en América Latina.