Valparaíso – Santiago de Chile, 20 de julio de 2017.
El Senado de la República de Chile acaba de aprobar el emblemático proyecto que legaliza la interrupción del embarazo en tres causales: riesgo vital, inviabilidad fetal y violación sexual. Con la aprobación de la Cámara Alta, la iniciativa presentada por la Presidenta Michelle Bachelet en 2015 fue despachada a la Cámara de Diputados para completar su tercer trámite legislativo.
En la Cámara de Diputados el proyecto contó igualmente con el apoyo mayoritario de los y las congresistas, aprobándose las tres causales. Sin embargo, una de las normas del proyecto –la que regula la autorización judicial sustitutiva para las niñas menores de 14 años que no cuenten con la autorización de su representante legal o se encuentren en una situación de riesgo– requería un quórum especial, el que no se alcanzó por solo un voto de diferencia. Por ello, dicha norma deberá ser conocida por una Comisión Mixta previo al despacho del proyecto por el Congreso Nacional, que se estima ocurrirá en las próximas semanas.
Para Corporación Humanas, el debate del proyecto de ley que regula el aborto en tres causales ha sido posible por la persistencia con que los movimientos feministas han demandado el reconocimiento y protección de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres por mas de dos décadas. Demandas que se amparan en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y que la ciudadanía mayoritariamente respalda. De hecho, numerosas encuestas de opinión dan cuenta del amplio respaldo a la legalización del aborto en las tres causales y del progresivo reconocimiento al derecho a decidir de las mujeres.
Sin embargo, a lo largo de la tramitación legislativa del proyecto de ley, y en especial en esta última semana, ha quedado de manifiesto que quienes se oponen a legislar para proteger los derechos de las mujeres y las niñas en Chile, particularmente los derechos de las víctimas de violencia sexual, se sustentan principalmente en argumentos de carácter religioso que desconocen el carácter laico del Estado de Chile y los tratados internacionales vigentes en el país.
“Lo que ha quedado en evidencia en el debate ante el Congreso Nacional es que las resistencias de quienes rechazan el proyecto y se niegan a legislar para garantizar los derechos humanos de mujeres y niñas, fundamentalmente tienen un origen religioso, totalmente impropio en un Estado laico. Además de ello se sustentan en una ideología de la maternidad que nos ubica en un lugar de subordinación social, casi asimilándolos a meros recipientes para la gestación, rol que impide seamos reconocidas como sujetas de derechos capaces de decidir sobre nosotras mismas”, declara Camila Maturana, abogada de Corporación Humanas.
Ante el anuncio de diputados/as y senadores/as de derecha de recurrir al Tribunal Constitucional para frenar la iniciativa, Corporación Humanas hace un llamado al organismo autónomo a cautelar el carácter laico del Estado de Chile.
“El Tribunal Constitucional debe estar a la altura de la decisión histórica que le corresponde tomar, y se espera que efectivamente cumpla su rol de respetar y proteger los derechos humanos de las mujeres y las niñas, garantizados por la Constitución Política y por los tratados internacionales vigentes en el país”, puntualiza Maturana.
Chile es uno de los siete países que actualmente prohíben toda clase de aborto, criminalizando a las mujeres en cualquier circunstancia e imponiendo penas de cárcel tanto a las mujeres que aborten como a quienes participen de ello.