Tras más de dos años de intenso debate legislativo, el proyecto de ley sobre despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales se encuentra culminando su tramitación legislativa. Debatido ante la Cámara de Diputados por cerca de un año y luego por el Senado, las comisiones de trabajo legislativo de ambas cámaras han escuchado a un centenar de expertos/as, académicos/as, organizaciones de la sociedad civil, líderes religiosos e incluso recibido testimonios de mujeres afectadas por alguna de las causales.
El debate político y social ha permitido, no sin dificultad, ir consolidando una mayoría parlamentaria que respalda la necesidad de legislar y dar una respuesta a las mujeres y niñas comprendidas en las causales que la iniciativa regula: riesgo vital, inviabilidad y violencia sexual. Corporación Humanas valora el avance en la tramitación legislativa que ha registrado el proyecto de ley que despenaliza el aborto en estas tres causales excepcionales, las que cuentan con un amplio respaldo ciudadano. No obstante, más allá de la discusión que ha tenido lugar, preocupa que los principales problemas que presenta la ley en debate, en razón de las negociaciones políticas tendientes a ir cumpliendo con las etapas de tramitación, afecten los derechos de las niñas y también de las mujeres, como las limitaciones en cuanto a plazos para la causal violación y nuevas normas que amplían la objeción de conciencia.
Las niñas no están suficientemente protegidas en esta legislación. Como Corporación Humanas defendemos el derecho a decidir de las mujeres, pero lamentamos la indolencia que han mantenido los senadores frente a lo que significa para las niñas y adolescentes ser víctimas de violencia sexual, y que pese a las evidencias presentadas por numerosas/os expertas/as, se haya rebajado el plazo de 18 semanas únicamente a 14 semanas en que se permite a las niñas menores de 14 años decidir acerca de un embarazo producto de una violación.
En relación a la objeción de conciencia, ante la reciente decisión de la Comisión de Constitución del Senado, Corporación Humanas sostiene que la regulación “da un lugar demasiado preponderante a las creencias religiosas y morales no solo de los médicos, sino también del resto del equipo que participa del pabellón”, lo que deriva en un insuficiente resguardo de los derechos y la salud de las mujeres.
Por ello, se espera que en el debate que tendrá lugar en la Sala del Senado de la República pueda regularse adecuadamente la objeción de conciencia, manteniéndola acotada únicamente a los y las médicas que realizan la intervención y no se permita a otros profesionales ni a determinadas instituciones invocarla para obstaculizar la decisión de las mujeres. Asimismo, que en razón de la protección especial que debe brindarse a niñas y adolescentes, se amplíe el plazo previsto para la causal violación como mínimo a 18 semanas.
Igualmente se espera que el Senado, en cumplimiento a las obligaciones internacionales que ha asumido el Estado de Chile, reponga las normas sobre confidencialidad de la atención de salud de las mujeres que el proyecto de ley originalmente planteaba. En esta misma línea cabe esperar que el programa de acompañamiento que a las mujeres se ofrecerá cuando enfrenten alguna de las tres causales, cautele que efectivamente su decisión sea respetada y que se descarte la intervención de organizaciones privadas que no garantizan los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres que los tratados internacionales protegen.
Corporación Humanas considera que en las últimas etapas de tramitación legislativa estos aspectos sean debidamente considerados por los y las legisladoras al momento de votar frente a este proyecto de ley sobre aborto en tres causales, especialmente cuando el proyecto se debata en el pleno del Senado. Para Corporación Humanas el respeto pleno a los derechos humanos de las mujeres, en especial de sus derechos sexuales y reproductivos, demanda esfuerzos mayores.