• Encuentro reunió a expertas internacionales que abordaron experiencias comparadas en procesos constituyentes latinoamericanos y panelistas nacionales quienes se refirieron a los desafíos y expectativas de una Nueva Constitución para Chile.

 

Con el fin de abordar los desafíos y expectativas de una nueva Constitución para Chile, Corporación Humanas con el apoyo de la Unión Europea, ONU Mujeres Chile y Fundación Ford, realizó el Seminario “Nueva Constitución y Derechos Humanos de las Mujeres”.

El encuentro convocó a distintas actoras internacionales, quienes se refirieron a las experiencias comparadas de los distintos procesos constituyentes latinoamericanos y el impacto en los derechos humanos de las mujeres.

Para Carolina Carrera, Presidenta de Corporación Humanas, el país requiere una Constitución que garantice el derecho a una vida libre de violencia, a la salud sexual y reproductiva, que reconozca nuestro derecho a decidir, a estar en los espacios de decisión, entre otros derechos humanos de las mujeres.

Agregó, que la demanda de una nueva Constitución debe ser fruto de la democracia y con la mayor participación ciudadana posible, donde las mujeres –que hoy tienen una baja representación en el Congreso- sean escuchadas y tengan poder de decisión.

Por su parte, María Inés Salamanca, Coordinadora del Programa ONU Mujeres en Chile, precisó que las constituciones, en el mundo, tienen un tremendo impacto en las mujeres.

“Con el tiempo, hemos evidenciado que las reformas y procesos constituyentes son oportunidades para que los países integren o amplíen las disposiciones sobre la igualdad de género en sus constituciones. Esto está en consonancia con la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, que llama a los Estados firmantes a incorporar el principio de la igualdad de género en sus constituciones”.

Rosario Ricaldi, abogada e integrante de la Coordinadora de la Mujer de Bolivia, dio cuenta del proceso constituyente de su país, la actoría política de las mujeres, los logros y el estado actual en la nueva Constitución Política del Estado.

“Fueron cinco las redes nacionales que se plantearon el desafío de generar un proceso de participación activa y efectiva en el proceso constituyente, donde participaron alrededor de 25 mil mujeres de todo el país, construyendo propuestas, realizando trabajo de incidencia y estrategias de comunicación”, comenta al ex asambleísta boliviana.

En tanto, Lilian Celiberti, Coordinadora de Cotidiano Mujer de Uruguay, comento que su país se encuentra en el debate de sí hacer o no una Asamblea Constituyente ya que la mayoría de las reformas constitucionales se hizo a elección plebiscitaria de la ciudadanía. “Esto tiene el defecto de no integrar a otros actores de la sociedad en el debate sobre la Constitución ya que la participación ciudadana a veces se limita a los debates partidarios. La Asamblea Constituyente coloca el foco en la ciudadanía”.

Line Bareiro, politóloga y ex Comisionada CEDAW, subrayó que Chile está obligado a cumplir tareas que son fundamentales como Estado parte de la Convención CEDAW. Y, pensando en el debate constitucional chileno, dijo que “las mujeres debemos pensar el Estado que queremos en el proceso de una nueva Constitución y una especial atención a incorporar, entre otros temas, la paridad en diferentes órganos, una vida libre de violencia y la no discriminación”.

En este seminario, también estuvieron presentes académicos, académicas y, organizaciones de derechos humanos que abordaron el estado actual del debate constitucional chileno, sus principales desafíos y posibles mecanismos para reformarla.

El cientista político, Claudio Fuentes, reflexiono en torno a qué se debe discutir en una Constitución y el proceso constituyente en sí donde aparecen temas problemáticos y no resueltos, que incluso generan tensiones a nivel social y político.

“El debate constitucional y el poder establecer una nueva Constitución es clave por tres razones. La Constitución lo que hace es distribuir poder político, económico y poder social y cultural en una sociedad. Estas son las prioridades y ejes relevantes a los cuales poner atención cuando estanos discutiendo sus cambios o reforma”, concluye Fuentes.

Finalmente, Miriam Henríquez, abogada y profesora de la Universidad Alberto Hurtado, planteó una serie de preguntas que debieran considerarse durante el proceso constituyente, especialmente con el propósito de alcanzar una democracia de género. “Esto es aquella que no se limita a contemplar normas procedimentales ni derechos formalmente atribuidos a todas las personas, sino que considera como elemento indispensable la variable de género en la edificación de un pacto social genuinamente legítimo”.