Las sentencias condenatorias llegan en promedio a 9,3%. Expertos llaman a cambiar ley para incluir violencia en pololeo.

127 mil delitos de violencia intrafamiliar ocurrieron en 2016

Marcha en contra de la violencia hacia la mujer en Santiago, año 2014.

En 2016 se registraron 127.682 delitos por Violencia Intrafamiliar (VIF). Así lo detalla el Boletín Estadístico 2016 de la Fiscalía Nacional, que dice además que el 47,18% de ellos correspondió a lesiones, las amenazas fueron el 37,13%, el maltrato habitual fue un 9,73%; en tanto y el femicidio el 0,07% (96 casos).

En cuanto al número de casos ingresados, el documento indica que fueron 120.491. Pero esos casos son sólo una parte de un problema mayor, aclara Camila Maturana Kesten abogada de Corporación Humanas. “En Chile hay un altísimo número de denuncias, más de 100 mil mujeres al año denuncian sufrir violencia. Pero es un porcentaje muy menor, porque muchas no denuncian. Tardan años en reconocer que están en una situación de violencia”.

Para denunciar necesitan apoyo. Pero en los pasos siguientes del proceso no siempre encuentran apoyo, aclara Maturana. “En esa primera denuncia no obtienen la protección que requieren, porque no existe un mecanismo que asegure que se cumplan las medidas cautelares que se establecen. Tenemos un déficit de protección muy grande”.

Los delitos de VIF representan muchas complejidades para investigar, indica Luis Torres, director de la Unidad Especializada en Delitos Sexuales y Violencia Intrafamiliar de la Fiscalía Nacional. Por ejemplo, si en muchos delitos un problema para investigar es que el imputado sea desconocido, eso no ocurre en estos casos. “Pero pese a ello, no se alcanza el mismo porcentaje de sentencias condenatorias. Incluso hay mayor cantidad de absoluciones y los porcentajes de términos de archivo provisional y decisión de no perseverar son más altos que el promedio general”.

Si en los delitos generales cuando el imputado es conocido, el 26,44% llega a sentencia condenatoria, en los de VIF, esa cifra es de sólo 9,3%. También es más alta las cifras de decisión de no perseverar, con un 10,2% a un 5,6% de los delitos generales.

Y eso se debe, dice Torres, en gran medida a la alta retractación, que estima está en el orden del 50%. “En uno de cada dos casos la víctima se retracta. Los malos resultados van de la mano de ese fenómeno. Los fiscales llegan a juicio, pero no llega la víctima”.

En ese contexto, señala Torres, son preocupantes las bajas cifras que del maltrato habitual (9,73%), donde muchos casos no llegan a juicio y la tasa de archivo es altísima: 47,8% versus un 15,81% en delitos generales. “Tanto en el maltrato habitual como en el delito de amenazas su prueba depende en un 100% del relato de la víctima”, resalta Torres.

Ley integral

La legislación sobre violencia intrafamiliar partió en Chile con la primera ley que se dictó sobre esa materia en 1994. Ahí se estableció los parámetros para condenar la violencia contra cualquier miembro de la familia, con especial énfasis en la mujer.

Pero la ley de violencia intrafamiliar no es lo mismo que violencia de género, aclara Fabiola Lathrop, académica de Derecho Civil de la U. de Chile. “Las cifras mezclan violencia de género y violencia intrafamiliar. No hay una regulación civil que regule la violencia de género”.

Por ello, mejorar la ley es indispensable, agrega Torres. “Una nueva ley debería tener los recursos suficientes para todas las medidas proteccional y cautelar en este tipo de casos, desde la asistencia psicológica a la familia, a que en las casas de acogida para los casos de violencia extrema las mujeres sean recibidas con sus hijos, algo que hoy no ocurre, y ellas no los dejan aunque sean muy golpeadas”.

En ese proyecto de ley, explica Lathrop, busca incluir jurídicamente la violencia en el pololeo, “que eso no es violencia intrafamiliar, porque no hay familia”. Claudia Pascual Ministra de la Mujer y la Equidad de Género, señala que con respecto a la actual ley hay insuficiencias. “La legislación actual establece una protección que se limita a las relaciones intrafamiliares dejando fuera por ejemplo, las relaciones de pololeo”, resalta la ministra.

Entre los pasos a seguir indica que han enviado un proyecto de ley sobre el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia. “Que parte reconociendo que la violencia hacia las mujeres no se limita al espacio doméstico, sino que también se da en el espacio público, en los centros laborales, educacionales y que va más allá de las relaciones de pareja”, explica Pascual.

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La ministra Pascual indica que en 2016, 622 mujeres y 706 niños y niñas ingresaron a las 40 Casas de Acogida del país. “Entre 2014 y 2016, se ha logrado proteger de un riesgo inminente a 2.902 mujeres y 2.812 niños y niñas gracias a las Casas de Acogida”, aclara.

Fuente: La Tercera